Las ideas no valen nada

Las ideas no valen nada

6 consejos para ser productivo, materializar tus ideas, y otrora, cambiar tu vida.

Con el paso de los años me he vuelto alguien prágmatico. En el pasado encontraba misteriosas e irracionales a estas personas, pero ahora soy desesperado por pasar a la ejecucción desde el siempre inocente: "Hey, ¿qué tal si hacemos esto?". Porque, vamos, acéptalo. Tú has sido esa persona que es una mina de ideas y sueños, el de las ideas millonarias entre tus amigos, pero... ¿cuántas de ellas estás llevando a cabo ahora mismo? ¿Cuánta terminaste? ¿Cuántas empezaste?

Sí, es díficil. Eres él único, la única, que te puede juzgar. Has de tener tus razones bien válidas, porque distinguir entre la bruma por lo que vale la pena luchar sigue siendo de las cosas más díficiles para el ser humano.

Te diré algo:

Solo tener ideas no vale nada. La ejecución lo es todo.

Okay, te hace sentir incómodo, no estás de acuerdo. Mejor está otra:

Done is better than perfect.

El cómo se hacen las cosas, pfff... es otro tema, sin duda, pero centrémonos. El empezar siempre es lo más díficil, hasta que te encuentras algo más díficil. ¡¿Cómo vas a encotrar eso más díficil si no empiezas?!

Es común, en estos tiempos de pandemia perder la noción del tiempo y batallar con ciclos másivos de procastinación, que terminan trayendo ansiedad, y pues sentimientos bastante poco bonitos. Te quiero ayudar a ponerte en marcha compartiéndote unas cosillas. No te prometo nada (o bueno sí), pero leelas y dime qué piensas.

1. Inspírate.

Lo primero para bajar esa ideas de las nubes, y abstraerlas en algo tangible con la forma exacta que deseas, es conocer el entorno, esto es, ganar contexto de lo que están haciendo otros y aprender de ellos. Eso require una cantidad enorme de humildad para decir: "Eso es bastante bueno. ¿Cómo puedo hacerlo yo?", "No soy ni de cerca de ser tan bueno para hacer algo similar".

Este consejo más que motivarte a levartarte de la cama, tiene como fin a que sigas pensando pero en algo más específico. Agarra un lápiz y papel, y deja evidencia de ese momento de epifanía. Si tuvieras todo el tiempo y los recursos del mundo: ¿Qué sería lo primero que pondrías en marcha? Ahora bien, no tienes aún esa habilidad, capital, conocimiento o equis cosa. ¿Cómo llegas a lo que acabas de poner en papel con lo que tienes a tu alcance?

Lo anterior lo englobaría en empezar a saber lo que no sabes. Mientras más rápido mejor. Tampoco se trata de reinventar la rueda, pues como dice esa célebre frase de Picasso: "Los buenos artistas copian, pero los grandes roban." Hablale a ese amigo, comenta en esa publicación, manda ese tweet. Averígua, ponte social. Haz networking .

Si es para ti aún muy díficil, te dejo una brevísima lista de recursos curados de Tecnología, Innovación y Emprendimiento.

Tecnología:

Innovación:

Emprendimiento:

Miscelánea (o demasiado general🤔):

2. No vivas de inspiración.

Dicho de otra forma no vivas de humo, ni de tus sueños mismos. Al mejor alumno le toca dejar estudiar y enfrentarse al mundo, dónde con suerte, probará una minúscula parte de lo que aprendió. Es bien fácil emocionarse con algo, pero es igual de fácil en quede en nada.

Eventualmente, tendrás que poner en marcha toda esa inspiración acumulada para hackear tu camino entorno a ese objetivo que te has puesto, de lo contrario... dejame decirte que solo has perdido el tiempo, y has vuelto eso que te inspiró en entretenimiento puro. Y quizás no te vuelva servir de nuevo.

3. Establece la meta. Mide. Mejora.

Lo que no se mide, no se puede mejorar. Establece una meta de horas al día o a la semana. Como cualquier hábito o nueva habilidad, si no se usa, se olvida, o peor aún, se hecha a perder.

Alguien que se pone como meta correr un maratón muy seguramente cuando inicia no tendría una métrica de kilómetros, si no de tiempo. "Si en 10 minutos puedo correr a tal paso, entonces habré mejorado 25% de cuando empecé". Dos meses después, cambiará lo que mide para dar paso a algo más ambicioso: "Ya puedo correr medio maratón sin un desgaste físico exhaustivo. Ahora me toca recortar el tiempo. Cambiar mi dieta y el recorrido".

Empieza pequeño, y ve aumenta el ritmo hasta un tope holgado. Si te estás aprendiendo algo nuevo, prueva la técnica de Feymann. Si tu problema es concentrarte prueba la técnica Pomodoro. Si estás escribiendo un blog o libro, ponte de meta escribir 10 páginas al día o 1 entrada a la semana. Si te preparas para un entrevista técnica, practica 1 hora diaria.

Si aplica, sigue la Regla de los Dos Días. No dejes que pasen más de dos días seguidos sin trabajar en ese proyecto, o sin practicar para construir ese hábito. Otro buen consejo es buscar una comunidad de personas con quiénes crecer e incluso, un mentor o amigo.

Recuerda, no tiene que ser perfecto. Tiene que hacerse.

4. No compartas tu meta.

Inspirado por un vídeo de Thomas Frank.

Esto te sonará familiar: Un amigo comparte en sus historias de Instagram el inicio de su nuevo curso de Ciencia de Datos. Hace una bulla enorme en Facebook acerca de qué tanto le emociona "esa nueva etapa de su vida". Durante el transcurso de esa semana va compartiendo su progreso hasta que... ya no. Da por casualidad que un mes después le preguntas cómo le está yendo en el curso y te dice que lo tiene en pausa momentánea por equis cosa, y media pandemia después, tu amigo se olvidó de ese curso y nunca lo terminó por la razón que sea.

De hecho, hay un estudio completamente real, nada falso sobre esto, que dice anunciar tu meta te da un sentido falso de logro, que se supone perjudicial para lograr tu objetivo en comparación con simplemente no hacerlo.

Un consejo para enfrentar eso es tener a alguien con el que puedas compartirlo y te pueda preguntar regularmente tu progreso. En lugar de compartir toda la meta "Hey estoy emprendiendo equis cosa. Dénme atención #mentalidadDeTiburon", sustitúyelo por algo desmenuzado y al punto que en cambio te lleve a lograrlo: "Esta es mi Justa😜 propuesta para acabar con el abuso de las compañías de última milla #longWayToGo".

Comunica lo que necesitas poner (en marcha), en lugar de la identidad que quieres asumir. -Thomas Frank

Guarda la satisfacción para luego, y en su lugar, trabaja duro.

5. No te compares.

Alguien necesita oír esto con urgencia. Es algo muy simple y a la vez díficil. Ver a otros estar más avanzados que tú podría desesperarte.

Con el único que deberías compararte es con el Tú del pasado. Tú elige la métrica. ¿Un mes, un año? Es simple, ¿Has progresado o no? ¿Sigues en el mismo lugar? Lo único que le debes a tu Yo del pasado es ser honesto, entonces no acumules deuda con tu Yo del futuro.

Respecto a los demás, no sabes su historia completa ni todo lo que le han puesto para un día hacer esa Publicación de Logro en el LinkedIn.

Extra: El Efecto Dunning Kruger.

Hay una larga historia detrás, y algunas varias malintepretaciones de este popular estudio, pero en resumen, las personas más ignorantes sobre un tema creen que saben más de ello, pues su percepción es sezgada al ínfimo contexto que tienen.

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Aplica para todo en realidad, un ejemplo express: aquellos que fueron a una clase de francés y después de un "Bonjour, Je m'appelle Pablou", agregan a su LinkedIn la competencia de comprensión básica limitada de la langue française, mientras que aquel terminando el nivel A2, está abrumado y cuestinando si en realmente hay 3 sonidos de la "e".

Y el recíproco también es cierto. Entre más aprendes de ese tema, te das cuenta qué tanto no sabías. Eres libre de tu ignorancia y ahora incosecuentemente entras a un abismo de cosas y cosas para [inserte su verbo aquí: aprender, empezar a hacer, googlear, llevar regístro de] que parece no tener fin.

Mi estimadísimo lectorx, cuando tocamos el fondo de ese abismo, en medio de ese Síndrome del Impostor, es cuando realmente crecemos y nos damos cuenta de lo que estamos hechos.

Este hermoso vídeo muestra -indirectamente- el efecto Dunning-Kruger. MÍRALO completo.

6. No seas tan duro contigo mismo.

Este más bien sería un pos-consejo, para tu Yo del futuro que está trabajando arduamente en esa meta, en llevar a la realidad esa idea. Llegará un momento en el que tendrás que poner tu cuerpo y alma, y muy posiblemente cambiarán tu prioridades y cómo administras el tiempo.

Un descanso inocente, se podría sentir como algo culposo, algo que no merezcas aún. Echarte siquiera una partida de ese videojuego, ¡ni hablar! Ir a la cama antes de las 11PM ¿Qué diría Gary V. si me ve durmiendo más de 4 horas?

Y he ahí la delgada línea de mantenerte consistente y loable a tu causa, a dañar tu salud mental y últimamente, quemarte -burnout-. Bien triste aprender eso a la mala, ya cuando no puedes dar marcha atrás.

Por eso, nunca está demás tomar un fin de semana largo con las notificaciones silenciadas, o dar un caminata sin llevar el celular, o tomarse un café (sin azúcar) con musiquita relax de fondo y sin nada próximo en el calendario. Estar bien es lo más importante para ti, tus cercanos y tu meta.

A esto algunos lo llaman mantener el balance, pero prefiero llamarlo el juicio propio. Nadie (o casi nadie), saben lo que está detrás de tu próxima obra maestra. Así que ten la vara bien alta, pero no seas tan duro contigo mismo. Perdónate, y ¡a darle!


Pablo es estudiante de ingeniería y desarrollador de software. Toma su café con leche y sin azúcar. Puedes mandarle un tweet en @Pablo_MDD